Un dato revelador: los expertos aseguran que el 80% de las personas que se inscriben en una escuela de manejo son mujeres.preder el miedo al volante Y lo hacen con la frustración de haber intentado aprender anteriormente, sin buenos resultados. En casi todos los casos, el “maestro” fue algún padre, novio, amigo, hermano o vecino. O sea: un varón con poca paciencia, que finalmente las acuso de ser pésimas conductoras. “nadie puede capacitarse en medios de gritos y de la descalificación. Eso es absolutamente contraproducente: la persona termina convencida de que para ella es imposible manejas” Si quieres aprender a conducir un auto, debes desestimar los prejuicios, los miedos y las sentencias negativas. Además, te conviene recurrir a alguien que no solo sepa manejar sino también, enseñar “En una escuela se usa un vehículo con doble comando, que permite incorporar las diferentes acciones en forma gradual. Y hay un instructor que supervisa y arma un plan de trabajo de acuerdo a cada alumno” Aunque para muchas personas resulta un desafío enorme, manejar un vehículo no es demasiado complicado: se trata de coordinar determinados movimientos y, fundamentalmente, de perder el miedo. “algunas lo logran en mas o en menos tiempo, pero absolutamente todos están capacitados para hacerlo”
Estamos acostumbrados a enfrentar retos de toda índole. Entonces, ¿Cómo es posible que en vez de animarnos a conducir un vehículo, optemos por ser acompañantes o pasajeras? … En casos extremos, presentan síntomas como sudoración, taquicardia, temblores, ideas negativas o catastróficas, una de las causas más comunes de esta situación es el trauma generado por un mal intento previo. A las mujeres nos resulta más difícil acostumbrarnos a lidiar con el transito que aprender a dominar el auto. “Las mujeres son más prudentes que los hombres, se ajustan más a las reglas y necesitan de marcos normativos. Pero cuando salen a la calle y se encuentran con que nada de esos e respeta, quedan descolocadas”,.. el 54% de las mujeres le estresa conducir, mientras que solo afecta al 36% de los hombres.
Ya se sabe: aprendemos más fácilmente cuando tenemos un verdadero interés y gusto por lo que queremos incorporar. Si te anotas en un curso de manejo obligada por las circunstancias, eso va asumir las presión a la que ya sentís por el hecho de encarar algo nuevo. Te va a resultar más fácil si lo haces motivada por un incentivo personal, como no pisar nunca más un colectivo o no depender del horario de los micros para decidir una escapada de fin de semana. Cuando ocupas por primera vez el asiento de conductor es normal que te sientas insegura, pero con práctica y con buena predisposición vas a adquirir confianza…. Proceso con el de un bebe que da sus primeros pasos,”Al principio va de la mano, luego se suelta, gana seguridad, y recién después puede correr y saltar. No es conveniente saltarse etapas, sino hacer un aprendizaje gradual, con una frecuencia sostenida. Lo ideal es dedicarle un mínimo de 15 minutos, tres veces por semana”. Primero vas a tener que familiarizarte con el volante y después, con el acelerador. Luego, incorpora los movimientos de los pedales y adquirís la sensibilidad del freno y del embrague.
Por más que tengas mucha confianza en vos, te conviene ser prudente: “Es normal que los que ya saben manejar alienten al que está aprendiendo para que se anime a ir al centro o a tomar una avenida. Pero la frustración y el desborde que esa experiencia puede generar es el camino más seguro para no volver a subirse al auto” En vez de esto conviene mantener un circuito tranquilo e ir ampliándolo a medida que ganes seguridad. En la calle hay factores externos a los que hay que acostumbrarse. Quizás ya domines los cambios y sepas estacionar a la perfección, pero manejar también supone lidiar con otros autos, con peatones no siempre prudentes, con perros que se cruzan y motos o bicicletas en contramano. Conducir un vehículo implica cierto entrenamiento físico y mental. “La experiencia y la continuidad de las horas al volante son las llaves para incorporar el manejo como un habito”. Como los pilotos suman horas de vuelo, vos tenes que acumular las de conducción. Si fuera necesario, ya con el carnet en la mano, podes tomar algunas clases de práctica, para terminar de asumirte como una conductora.